viernes, 18 de febrero de 2011

Frentes




Un movimiento político contiene dentro de si a muchos sectores. Siempre hay un sector que predomina y el resto se encuentra cerca, lejos y o directamente en los límites del movimiento. Y la pregunta que siempre me hago es: "¿Donde se encuentran los límites de cualquier gran movimiento político?". Mucho más frecuento la pregunta: "¿Donde están los límites del Kirchnerismo"?. Pero no al modo que La Nación o la academia colonizada lo haría afirmando que este gobierno de tinte populista no tiene límites con respecto al avasallamiento de las instituciones republicanas, sino en sentido contrario. ¿Cúales son los límites ideológicos y orgánicos de este movimiento de masas?. ¿Cuál sería el equilibrio que le permite tener a este Gobierno o cualquier gobierno de Coalición (más o menos institucionalizada) contener a actores tan diversos dentro de sus límites naturales? En fin, cuál es el denominador común que hace que -pese a las diferencias- distintas fuerzas se aglutinen en un mismo espacio.

La coalición que confroma el Frente Amplio uruguayo -de masivo apoyo popular- contiene dentro si al Partido Comunista, Partido Socialista, la Alianza Progresista, la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad, la Vertiente Artiguista, el Partido Obrero Revolucionario, etc. Es decir dentro de si confluyen sectores liberales y sectores de tendencia trotskista (http://por871-trotskista.blogspot.com/). Trotskistas, socialitas, liberales, tupamaros y parte de la clase media conviven -no sin rispideces- dentro de un espacio que forma Gobierno y lleva ya casi 6 años al mando de un país.
Lo mismo, aunque con una variable que amplía es espectro ocurre aqui. El Peronismo es sin duda el gran factor aglutinante del Kirchnerismo. Y aún luego de intentos de transversalidad lo sigue siendo. Pero no todo el Peronismo confluye en el kirchnerismo. Ciertos sectores de la CGT, Scioli (por el momento), Gioja parecen ser el límite interno del Kirchnerismo. Barrionuevo, Duhalde, Puerta, los defensores de Rucci se quedan afuera por una cuestión ideológica (el conocido clivaje izquierda-derecha).
Dentro del mismo peronismo tenemos del otro lado a las organizaciones juveniles peronistas. Historicamente de tendencia izquierdistas, defendiendo conceptos más ligados a la izquierda latinoamericana que al peronismo más tradicional (como lo es el concepto de liberación, presente en muchos cánticos actuales del conjunto de organizaciones que nuclean a la JP). Alli residen Kunkel, el Duhalde bueno, el Chivo Rossi, Descamisados, el MPR, La Cámpora y tantos otros.
Pero como el Kirchnerismo es una coalición informal, dentro de él hay actores como el PSOL, parte de Nuevo Encuentro, la Juventud Sindical, parte del PC, parte del PS, organizaciones de DDHH (Madres, Abuelas, parte de HIJOS), organizaciones de Gays, Lesbianas y Trans (y los Putos Peronistas, porque no?), cantantes populares, Colectivos de actores y actrices, periodistas, el FTV, parte de la CTA, movimientos sociales, la Tupac Amaru, 678 etc. Se quedan afuera aquellos que quieren hacer la revolución (los troskos) rechazando fuertemente la idea de que el peronismo es revolucionario.
¿Como articular, como congeniar con sectores tan disímiles? Como lograr una convivencia pacífica entre Luis D Elia y Scioli. Entre Gioja y las Madres de Plaza de Mayo. Entre Viviani y el PCCE (http://www.pcce.com.ar/). Mérito, si los hay, del campo nacional y popular.
Los que adoran a Perón, los que aún resienten el hecho de haber sido insultados en La Plaza y los que no lo quieren ("yo apoyo el modelo, pero no soy peronista").
Un día se inaugura un monumento a los caídos en el bombardeo a la plaza de mayo en 1955, al otro día se inaugura una escuela que se llama Juan Gelman. El salón de los patriotas del Bicentenario define muy bien los límites de los que estoy hablando. Basta ver quienes lo integran para delimitar el espacio ideológico del kirchnerismo.


Observando el estadio ayer, pensando en las 1000 escuelas, en los más de 20.000 voluntarios y militantes que se sumaron a las jornadas Néstor Kirchner me daba cuenta que lejos de la fragmentación que muchos vaticinaban luego de la muerte de Néstor y salvando las contradicciones lógicas de cualquier gran coalición el campo nacional y popular entiende lo mucho que costó llegar hasta aqui y lo poco cuesta destruir lo hecho. Entiende también que para continuar este proceso de -profunda- trasformación hace falta paciencia y a veces dejar de lado las posiciones "sectoriales" en pos de seguir resguardando ese denominador común. Sin el cual, no habría proceso de transformación alguno.

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