martes, 17 de mayo de 2011

Militantes Vs. El Puntero








Hace unos dos meses, recuerdo haber leído la noticia: Pol-ka y Canal 13 estaban preparando un nuevo unitario, llamado... El Puntero. “Algo huele mal en Dinamarca”, así podría resumirse de forma delicada mi pensamiento al respecto. Más me alarmé cuando leí que el elenco estaba encabezado por Julio Chávez y contaba con actores y actrices prestigiosos como Luis Luque, Gabriela Toscano y Rodrigo de la Serna. Nada mejor para validar un mensaje que rodearlo de la llamada “cita de autoridad”, en este caso el carisma y la profesionalidad de los intérpretes. Desde ya que no voy a poner en duda la capacidad de Pol-ka para realizar productos audiovisuales con calidad técnica, especialmente en sus unitarios. Quien conoce un poco del negocio televisivo, sabe que los unitarios no son programas rentables sino aquellas naves insignia que sirven para mejorar la imagen de un canal o productora. El negocio está en otro lado. Pero en este caso, el negocio no es la publicidad, es la vidriera para que se vierta el discurso anti política del Grupo Clarín. Pero no quise pecar de prejuiciosa y decidí ver el capítulo en cuestión. Más allá de ciertas apreciaciones relacionadas con mi gusto personal, no pude evitar la indignación cuando en un plano se ve claramente que el personaje de Levante, “ladero” del puntero e interpretado por Luis Luque, tiene en su espalda la imagen del “Eternéstor” o del “El Eternauta” estampada en una remera. Era claramente una escena de transición, no era necesario que el plano se detuviera allí. Desde lo narrativo no había razón de ser, pero desde lo político esa imagen dijo más que mil editoriales de Julio Blanck o Eduardo van der Kooy.

Creo que es un error cargar las tintas sobre Luis Luque y discutir su “ética”. Es un trabajador, no hay que errar dónde está el problema. En todo caso habría que apuntar las críticas a las cabezas de los equipos creativos y de producción. Pero no se si tiene mucho sentido a esta altura del partido, justamente. Parafraseando a Cristina, contestemos con amor a las críticas. Pero no nos confundamos, esto no quiere decir poner la otra mejilla. “El Puntero” apela al individualismo, al que se vayan todos, a reforzar los estereotipos sociales sobre el rol de aquellxs que se involucran en política, caracterizándolxs como “corruptos, clientelistas, violentos y poco cultos”. Creo que es casi nuestra obligación levantar nuestras banderas pero en el mismo terreno, el de la creatividad audiovisual. Mostremos que se puede estar en política y creer en el bien común, en el esfuerzo de lxs militantes que hacen trabajo territorial más allá de los votos que se puedan conseguir en una elección. Mostremos que lxs integrantes de los barrios pobres no son como ovejas que son llevadas por un puñado de monedas o prebendas. Porque, más allá de las contradicciones que siempre existen en cualquier proceso político, no tenemos que dejar que nos estigmaticen. Por eso creo que es hora que le demos forma entre todxs a un nuevo proyecto audiovisual: “Militantes”. Está en nosotrxs esa construcción, no tiene sentido seguir criticando desde nuestros teclados mientras desde el otro lado están apelando a sus armas (lícitas por cierto) para ganar la batalla cultural, la del sentido. Aquí se ve claramente que ésas no eran frases vacías o que no tuvieran ancla en la vida cotidiana. Esa vida cotidiana, como dice Cristina, que tenemos que mejorar para todxs lxs argentinxs y todxs aquellos que quieran habitar el suelo de nuestra patria.

Por Cecilia Molinero

4 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo, habría que considerar los matices. Creo que no se puede juzgar un programa de televisión de estas características con criterios que tal vez corresponderían mejor al documental, al cine o a la novela. Los recursos técnicos de la televisión, la dinámica que la televisión impone y la predisposición común del público televisivo exigen cierto grado de simplificación. Por otra parte, no creo que se aspire a hacer un documento etnográfico, creo que, como es muy frecuente en cualquier ficción, se usan elementos o aspectos de cierta realidad para los fines propios de la ficción ―y no hay porque escandalizarse (hipócritamente) si esos elementos o aspectos de la realidad no son los que representan nuestras cualidades más nobles. Por eso pienso que, visto en su contexto, es un muy buen programa, promete serlo.

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  2. Niente, por qué decís que no se puede juzgar a “El Puntero” con esos parámetros y sí al documental o al cine, por ejemplo? Por más que se trate de una ficción televisiva, nada de lo que se reproduce en un medio de comunicación es inocente. Cuando salió al aire la telenovela “Montecristo” o “Televisión por la Identidad”, en Abuelas de Plaza de Mayo se multiplicaron las consultas de personas que dudaban si eran hijxs de desaparecidos o no. Y hubo una clara intencionalidad, se quería producir un efecto en la audiencia más allá de contar una historia que sea entretenida y rentable para el canal (Telefe en ese caso). Caracterizar a la heroína de una telenovela en horario central como hija de desaparecidos no es una casualidad, es una decisión ideológica. El mismo medio televisivo requiere a nivel narrativo ciertas simplificaciones, es cierto, pero depende la manera en que se muestre el desarrollo de la historia causa un efecto u otro.
    No me escandalizo, creo que desde Canal 13 y Pol-ka fueron inteligentes al plantearlo de esa manera, utilizando recursos lícitos para plasmar su mensaje. No creo que el programa en términos de producto televisivo sea malo.
    Habrá que ver cómo se sigue “El Puntero” para hacer un mejor análisis, desde ya. Pero no hay que olvidar, desde mi punto de vista, que los medios masivos de comunicación pueden reforzar o reformular estereotipos y que tienen efectivamente incidencia en la sociedad.
    Saludos y gracias por tu aporte a la discusión!
    Cecilia

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  3. Coincido 100% con Cecilia. Desconocer el mensaje de "El Puntero" y despojarlo de ideología (observando unicamente si es un buen producto televiso) es, cuanto menos, un análisis sesgado y naive.
    Sobran los ejemplos de programas televisivos (que no necesariamente son documentales) que influyen en la opinión pública -respecto de la opinión política-. Incluso el propio Showmatch lo hizo en las elecciones 2009.
    Saludos

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  4. Cecilia, decía que no se podía juzgar un programa como "El Puntero" con los parámetros del documental (o de cierto cine) en el sentido de que, al menos por sus objetivos explícitos, un programa así no pretende ser una imagen fiel a la realidad, es mera ficción. Por eso no creo que pretenda "mostrar" o caracterizar a todos los que viven en los barrios más pobres como efectivamente corruptos. Es como si pensáramos que "Contra la cuerdas" pretendía mostrar cómo son efectivamente los boxeadores de las provincias que llegan a buscar trabajo en la capital, o que "Ciega a citas" pretendía mostrar cómo son efectivamente las mujeres en Bs. As. Creo que si siguiéramos ese criterio para juzgar la ficción en televisión ningún programa sería bueno, todos estarían reforzando estereotipos y caricaturizando la realidad (y hasta se podría llegar a decir lo mismo de toda ficción: "Citizen Kane", de Welles, podría resultar una mala película). No niego que pueda existir una intencionalidad ideológica en quienes realizan ciertos programas de televisión, pero hay que evaluar cuidadosamente si esa intencionalidad afecta (y cómo) al propio programa y al público. No nos olvidemos que la significación ideológica de las cosas también es una construcción colectiva, su incidencia ideológica no está prefijada de una vez y para siempre, depende en gran medida de cómo la "apropiamos", de si somos capaces de hacerlo bien o no. A esto me refería con lo de no "escandalizarse" ante los elementos de lo real que puedan encontrarse en la ficción. Creo que no hay que pensar en los términos de quienes nos quieren arruinar, es decir, no hay por qué calumniarlo todo, como Legrand, Solanas y demás, porque hay cosas que no son ideales. Que hay corrupción entre los pobres argentinos? Sí, como entre los ricos de todas partes, la corrupción no es una cuestión de moral individual, es un problema social con una historia larga y compleja. Que hay violencia e ignorancia? Sí, es innegable, como la hay en Obama, Macri, De Narváez y en mí mismo. Que los pobres toman, orinan y defecan? Sí, están vivos, y hacen política además, y con una energía que molesta a más de uno. El mundo no es el living de Susana, por suerte. Claro, tal vez sería más "políticamente correcto" hacer una ficción sobre la política argentina en la que nos pareciéramos a los españoles o a los alemanes, pero como programa de televisión sería aburridísimo (además ¿quién quiere parecerse a los españoles?). Mal o bien, acá sí existe la política, y todavía apasiona, y llega a la televisión de muchos modos. Pero habrá que ver como sigue "El Puntero", en eso estamos totalmente de acuerdo. Por el momento, creo que la actuación de Julio Chávez logra expresar muy bien las contradicciones de un tipo común involucrado en la política. Gracias a vos por el espacio. Un saludo.

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